Gato Negro, Gato Blanco (XXIX)

Lamento no poder ser mas sensible, lamento no poder llorar sino despues de 2 semanas de ocurridas las cosas. Lamento ser el racionalista que soy, el analista de cada detalle y a la vez la tendencia innata de la espontaneidad irracional que trato de acallar. El no haber tenido nunca la pelicula clara, no saber que quiero de la vida, de mi mismo o de las personas que me rodean. Odio mi inseguridad que no me permite trazar los planes de vida que siento que todos los demas tienen. Odio el sentirme ahogado sobre las cosas que los demas me hacen sentir, el sentir que a cada cosa que me acerco la termino estropeando. Odio vivir en los sueños e idealizar de formas completamente absurdas y vacias. Ser tan pendejo para tantas cosas y aun asi usar esa capacidad como estandarte de guerra. Odio preferir llorar que terminar enfriandome en la puta masa de la sociedad. Odio vivir en la dicotomia de saber que afuera no hay nada que sirva para mi alma pero a la vez siempre espero que lleguen a mi vida las personas que cambiaran para bien el transcurso de mi destino. Odio tomar desiciones creyendo tener la razon. Odio tener la razon.

Pero como buena rana, aquella noche nada importo... aquella noche, no dormi solo...