domingo, junio 1

Nostálgico (Historia XVII)

Aquella vez era todo igual, era estar sentado todo el dia pensando en ti, no debia hacerlo, pues no me correspondia, no era ni mi deber ni mi obligacion, pero como se encontraba dentro de mis capacidades, lo hacia de todos modos. Al diablo con la etica y las buenas costumbres. A veces para sentirse mas cerca de la felicidad mi alma necesita de ciertos irracionalismos e inmoralidades. Hay que sacar a pasear al animal.

Antes de aquella vez, yo era el animal, y nadie me paseaba. Y no era feliz. Supongo que tampoco se me tenia otorgado ese derecho, talvez porque estaba muy aferrado a todo lo que creia y lo que yo creia tomaba distancia de mi. Ironias de aquella vez. Ahora encajo como el cuadrado inscrito que soy en el circulo de la vida. Antes era circunscrito.

Ahora solo noto un cambio. Antes pasaba todo el dia pensando en ti, ahora, cada vez que termino sentado, pienso en ti. Pienso si alguna vez pensaste en mi. En si debo creer lo que yo creo o lo que me dijiste que creyera que tu me decias que era verdad. Y lo mas seguro es que todo deber ser verdad. Solo no lo creo.

Siento que solo yo recuerdo, que solo yo veo tus fotos, que solo yo extraño tu complicidad. Siento que todos viven en una maquina y simplemente hacen lo que deben hacer y solo yo hago lo que quiero hacer. Lo que puedo hacer.

Despues de aquella vez, yo solo me maté, hice todo lo necesario para roer progresivamente mi salud mental y mis esperanzas. Te alejé, sin saber que mi vida sin ti, sin tu amor o tu desprecio significaria la ruina de mi seguridad. El no tener la certeza real y empirica de lo que hubiese pasado, si me dan a elegir entre lo que ocurrio o un par de meses mas cual enfermo terminal que solo trata de alargar su corta vida, elegiria el no querer morir con dudas que lentamente bajan por mi espalda clavandome puñales de indiferencia. Porque todo lo que coseché de mis estupidas desiciones fueron indiferencias y paginas en blanco en donde aun espero el adios definitivo o mas irreal aun, el aroma de tu perfume. Aquel aroma que me podia percibir a 3 cuadras de distancia y que cuando tengo la vaga sensacion de volverlo a sentir en otra, me debilito y por 5 segundos creo oir las 7 trompetas.

Y como cual catolico usa un crucifijo para recordar el dia mas glorioso y mas doloroso de su fe, a mi me gusta el morado. Me recuerda a ti. Para mi, eres el morado, entre el azul de la depresion y el rojo de la pasion.

1 comentario:

Tita dijo...

Tragando palabras te vas dando cuenta que a veces lo lógico es lo mas dificil
Te vas creyendo tus propias mentiras y luego el silencio se vuelve un lamento de guerras perdidas.

dificil situación
saludos.