Historia I

Y ella sin pensarlo dos veces le preguntó. ¿Ves futuro a lo nuestro?.

Él no pudo mirarla con otros ojos que no fueran los de alguien pensativo y ciertamente seguro de lo inseguro de la vida, mientras por sus labios emanaba una respuesta que poco logró comprender ella.

"Dejemos que el tiempo determine las cosas, soñemos, planeemos todo, pero sera el tiempo quien diga si esto tiene o no tiene futuro".

Al ver sus ojos un poco confundidos y talvez húmedos, le acarició la mejilla con su torpe mano y agregó:

"Te amo, y puedo dar la vida por aquella verdad, y tengo todas las esperanzas y las ganas de que mañana tambien te ame, y presiento que asi será. Pero te repito que sólo el tiempo nos dirá si todas estas bellas palabras, si todos estos gestos de amor recíprocos son en vano o no. Por mientras me conformo con la verdad mas tangible de todas, la cual es que yo te amo, y tu me amas. Por hoy eso me basta, y para mañana, puede que igual. Talvez algun dia esto termine, o talvez mañana mismo te lleve al altar. Nadie sabe, pero si nos esforzamos, trabajamos y cuidamos este amor nuestro, Dios puede que se apiade de estas pobres dos almas y realize sus sueños mas romanticos."

Al oir estas nuevas palabras, ella suavemente sonrió, lo miró a los ojos y abrazandolo del cuello, mientras le daba un suave beso, le dijo las únicas dos palabras que crean en él, el sentimiento de nunca sentirse solo, de nunca sentirse abandonado. Y él, fue feliz...

Hasta que el tiempo diga cuando...